Parece
mentira que después de ver como sus competidores han fracasado al intentar lanzar
cosas similares sin contar con la opinión de sus usuarios, Instagram haya intentado imponerles a los incondicionales de esta
red social la activación de las notificaciones para que sus seguidores no se perdieran
ninguna de sus actualizaciones.
Una
medida basada en un algoritmo de gustos personales e interacciones, que las
quejas de los usuarios han impedido que se implantara a lo largo del día del
hoy, tal y como tenían planeado.
¿Significa
esto que han renunciado definitivamente a implantar este cambio? Me gustaría
decir que sí, pero visto lo que hicieron en Twitter (colárnoslo a escondidas)
lo más probable es que en unas semanas o meses, todos los que utilicéis Instagram, tendréis que activar las
actualizaciones de vuestros amigos, conocidos o famosos preferidos. De hecho, si
yo tuviera una cuenta de Instagram, comenzaría a activar las notificaciones de
la gente que más me interese, ya que nunca se sabe cuándo volverán a
intentarlo.
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